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¿Qué es mejor para las lesiones musculares: frío o calor?

Las lesiones musculares son uno de los traumatismos más habituales a tratar en fisioterapia y medicina deportiva. Por ello la pregunta de cuándo hay que aplicar frío o calor es bastante recurrente. Vamos a ver lo que es mejor para cada caso. 

La buena noticia si tienes una lesión muscular es que, a pesar de lo mucho que pueda doler, los músculos tienen una gran capacidad para regenerar sus fibras y recuperarse. Utilizar compresas frías o compresas calientes es fundamental para el proceso de recuperación. En este artículo te explico qué compresas de fisioterapia debes usar en cada caso para que nunca más dudes a la hora de elegirlas. ¡Toma buena nota!

Compresas de fisioterapia para lesiones agudas

Las lesiones agudas son las que aparecen de forma directa a causa de un traumatismo sobre el músculo durante la práctica deportiva u otras actividades. Entre las más comunes destacan las fisuras, contusiones, esguinces de tobillo y las distensiones musculares. También pueden producirse lesiones musculares agudas de forma indirecta, a causa de otros tejidos que repercuten sobre el músculo, como las isquemias.

Para este tipo de lesiones, especialmente si eres deportista, te invito a recordar unas letras que te resultarán muy útiles: R.I.C.E. Este acrónimo formado por las palabras Rest, Ice, Compression y Elevation da forma al protocolo R.I.C.E. que tiene como objetivo acelerar el proceso de recuperación.

  •       Reposo (rest): la inmovilización es esencial para evitar que los hematomas fruto de tu lesión muscular se hagan más grandes. Relájate y deja descansar la zona lesionada entre 24 y 48 horas. Así evitarás que se produzcan hemorragias o molestias musculares más graves. Pasadas estas 48 horas, si la lesión es en una pierna, utiliza recursos como muletas o bastones para suavizar el apoyo sobre la zona lesionada.
  •       Hielo (ice): las compresas frías con hielo disminuyen el sangrado en la zona, mitigan el dolor, favorecen la vasoconstricción y reducen la inflamación. El frío es un factor esencial para agilizar la regeneración de la zona. Te recomendamos aplicar las compresas frías de fisioterapia durante 15-20 minutos cada tres o cuatro horas.  Nunca apliques hielo directamente sobre la piel pues podrías dañarla. Las compresas frías tienen una película protectora que conseguirá el efecto preciso para mejorar tu recuperación.
  •       Compresión (compression): aplica un vendaje en la zona de la lesión muscular que sea ceñido pero que no corte la circulación sanguínea. El objetivo del vendaje es frenar el sangrado interno y mitigar la hinchazón de la zona lesionada.
  •       Elevacion (elevation): Es esencial mantener la extremidad donde se ubica la lesión muscular elevada durante el máximo tiempo posible, ya que ayuda de forma muy significativa a reducir la hinchazón. En este sentido los cabestrillos pueden resultar muy útiles.

Debes tener en cuenta que el método RICE sirve para primeros auxilios o para lesiones leves. En caso de que la zona lesionada presente un dolor más intenso y recurrente, tras las 48 horas de reposo y no más allá de los 7 días posteriores a la lesión, es necesario acudir a un especialista que determine la gravedad de la lesión mediante una ecografía. Tu fisioterapeuta también realizará un tratamiento adecuado para que no te queden secuelas.

Compresas de fisioterapia para lesiones crónicas

Las lesiones musculares crónicas son las que se desarrollan lentamente con el tiempo y causan molestias de forma persistente. Suelen doler incluso cuando se está en reposo. A menudo son fruto de lesiones previas de carácter más leve que no se han curado bien o no han recibido un tratamiento de fisioterapia adecuado. Según su gravedad, son realmente molestas para quien las sufre, pues conllevan altibajos de dolor, que pueden ser similares a los dolores por sobrecargas musculares o incluso más dolorosos.

Para un tratamiento preventivo y de alivio del dolor crónico te recomiendo:

  •       Aplicar calor en la zona mediante compresas calientes, bolsas de agua caliente, mantas térmicas, o paquetes químicos de calor.
  •       Usar cremas con efecto calor y masajear suavemente sobre la zona afectada.
  •       Realizar ejercicios suaves de movilidad y estiramientos de las articulaciones comprometidas
  •       Acudir a un fisioterapeuta para valorar el dolor y el mejor tratamiento de la lesión.

La opinión experta de un fisioterapeuta es esencial para evitar que una lesión vaya a más, se cronifique o se extienda a otras zonas. Si necesitas realizar una consulta con una fisioterapeuta en Málaga, no dudes en contactarme.

Respondiendo a la pregunta inicial de «Qué es mejor para las lesiones musculares: frío o calor», de forma breve, recuerda: frío para las lesiones agudas o los primeros auxilios y calor para las crónicas.

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Claudia Juan Vigar - Doctoralia.es